Intensifica tu resplandor
INTENSIFICA TU RESPLANDOR
“Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.” Daniel 12:3
La gente gasta miles de dólares para vivir más. Ejercicio, cosméticos, cirugía plástica, consejos de autoayuda y planes nutritivos —en otras palabras, toda la industria de la autoconservación- son un enorme negocio. Nos gusta la vida y queremos que dure, no solo en una expectativa etérea e indefinible de una vida en el más allá, sino en una eternidad real, satisfactoria, llena de significado. No solo queremos <para siempre>>. Queremos saber que la disfrutaremos.
A Daniel se le dice lo que determina o arruina la eternidad en la resurrección: la justicia. Amarla, beber de ella, llevar a otros a ella, invertir en ella. La justicia es la clave. La calidad de nuestra justicia en la tierra tiene todo que ver con la calidad de nuestra eternidad. Y los que son sabios lo saben.
Los que son sabios también saben que hay un problema. Inherentemente somos injustos. Una eternidad que se basa en la justicia terrenal es una dificultad devastadora para la gente que está, en su propia genética, infectada con la corrupción. ¿Hay alguien que en realidad pueda llevar a los demás a la justicia? ¿Brillará alguien con el resplandor del cielo? ¿O es una promesa vacía?
Los que conocemos a Jesús sabemos la respuesta, por supuesto. La justicia es un regalo de un cielo santo a una raza infectada. Llega de nuestro exterior y está disponible únicamente a través de la fe en su Dador. Los que son sabios informarán a otros de este regalo. Los que quieran brillar conocerán la Fuente de luz y estarán totalmente embebidos en él.
Probablemente sabes de los imperativos de la Biblia en cuanto al evangelismo: se nos ordena extender el evangelio de salvación por todo el mundo. ¿También te has enterado de esta promesa en Daniel? El evangelismo es una manera de hacer una inversión que nunca jamás deja de dar rendimiento abundante. Dios promete que compartir la Luz con otros intensificará para siempre tu propio resplandor.
Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado." Juan 17:3
Para pensar.
No predicar el Evangelio es como ocultar el medicamento al paciente.”
Hay todo un mundo que necesita a Jesucristo. Dios quiere que sean salvos y usted y yo somos los vehículos para el transporte del evangelio.”
“Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.” Daniel 12:3
La gente gasta miles de dólares para vivir más. Ejercicio, cosméticos, cirugía plástica, consejos de autoayuda y planes nutritivos —en otras palabras, toda la industria de la autoconservación- son un enorme negocio. Nos gusta la vida y queremos que dure, no solo en una expectativa etérea e indefinible de una vida en el más allá, sino en una eternidad real, satisfactoria, llena de significado. No solo queremos <para siempre>>. Queremos saber que la disfrutaremos.
A Daniel se le dice lo que determina o arruina la eternidad en la resurrección: la justicia. Amarla, beber de ella, llevar a otros a ella, invertir en ella. La justicia es la clave. La calidad de nuestra justicia en la tierra tiene todo que ver con la calidad de nuestra eternidad. Y los que son sabios lo saben.
Los que son sabios también saben que hay un problema. Inherentemente somos injustos. Una eternidad que se basa en la justicia terrenal es una dificultad devastadora para la gente que está, en su propia genética, infectada con la corrupción. ¿Hay alguien que en realidad pueda llevar a los demás a la justicia? ¿Brillará alguien con el resplandor del cielo? ¿O es una promesa vacía?
Los que conocemos a Jesús sabemos la respuesta, por supuesto. La justicia es un regalo de un cielo santo a una raza infectada. Llega de nuestro exterior y está disponible únicamente a través de la fe en su Dador. Los que son sabios informarán a otros de este regalo. Los que quieran brillar conocerán la Fuente de luz y estarán totalmente embebidos en él.
Probablemente sabes de los imperativos de la Biblia en cuanto al evangelismo: se nos ordena extender el evangelio de salvación por todo el mundo. ¿También te has enterado de esta promesa en Daniel? El evangelismo es una manera de hacer una inversión que nunca jamás deja de dar rendimiento abundante. Dios promete que compartir la Luz con otros intensificará para siempre tu propio resplandor.
Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado." Juan 17:3
Para pensar.
No predicar el Evangelio es como ocultar el medicamento al paciente.”
Hay todo un mundo que necesita a Jesucristo. Dios quiere que sean salvos y usted y yo somos los vehículos para el transporte del evangelio.”
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