No temas al futuro
NO TEMAS AL FUTURO
“La sentencia es por decreto de los vigilantes, y por dicho de los santos la resolución, para que conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres.” Daniel 4:17
Al mirar el estado actual y futuro del mundo podemos sentir la tentación de desanimarnos. Sin embargo, el caos que vemos es un recordatorio importante para enfocar nuestros corazones en Dios. Cuando el Señor nos mira, ¿Ve un pueblo de oración?
Jesús es nuestra suficiencia para suplir los retos del mundo actual y futuro. Sí, es cierto que como creyentes debemos estar enterados de lo que ocurre, participar de una ciudadanía activa, ser luz en nuestras comunidades y ejemplificar la amorosa gracia de Dios hacia los demás. El Señor espera que vivamos de manera ordenada, prudente y pura como miembros de nuestra sociedad. No obstante, se nos dice muy claramente que «Él cambia los tiempos y las épocas, pone y depone reyes» (Daniel 2:21, NVI). Dios hace lo que nosotros no podemos hacer en cuanto a la dirección de nuestras naciones.
Por tanto, no hay razón para temer lo que sucederá en el futuro. Más bien, comprometamos a orar, humillarnos, y busca la sabiduría divina y arrepentirnos de todo lo que desagrada a Dios (2 Crónicas 7:14). Él nos preparará para todo lo que pueda venir y será nuestra seguridad, provisión completa y defensa total.
Jesús les dice a Sus seguidores que no se preocupen por el mañana. Como ya ha dicho, preocuparse no sirve para nada. La ansiedad por las cosas que no podemos controlar o que están fuera de nuestro alcance no tiene sentido (Mateo 6:27)
No tengas miedo al mundo, ni al futuro, ni a vuestra debilidad. El Señor os ha otorgado vivir en este momento de la historia, para que gracias a vuestra fe siga resonando su Nombre en toda la tierra.
No sé lo que nos deparará el mañana, pero sé quién lo tiene en sus manos. Obviamente, no tenemos forma de saber cuál será nuestro futuro; sin embargo, como cristianos, conocemos a Aquel que lo sabe: Dios. No debemos preocuparnos por el futuro, porque nuestro tiempo está en sus manos (Salmo 31:15 ).
Para pensar.
Pidele a Dios que te enséñe a orar por esta nación y dile que te ayúude a ser tu luz en una comunidad que necesita tu guía y salvación.
“La sentencia es por decreto de los vigilantes, y por dicho de los santos la resolución, para que conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres.” Daniel 4:17
Al mirar el estado actual y futuro del mundo podemos sentir la tentación de desanimarnos. Sin embargo, el caos que vemos es un recordatorio importante para enfocar nuestros corazones en Dios. Cuando el Señor nos mira, ¿Ve un pueblo de oración?
Jesús es nuestra suficiencia para suplir los retos del mundo actual y futuro. Sí, es cierto que como creyentes debemos estar enterados de lo que ocurre, participar de una ciudadanía activa, ser luz en nuestras comunidades y ejemplificar la amorosa gracia de Dios hacia los demás. El Señor espera que vivamos de manera ordenada, prudente y pura como miembros de nuestra sociedad. No obstante, se nos dice muy claramente que «Él cambia los tiempos y las épocas, pone y depone reyes» (Daniel 2:21, NVI). Dios hace lo que nosotros no podemos hacer en cuanto a la dirección de nuestras naciones.
Por tanto, no hay razón para temer lo que sucederá en el futuro. Más bien, comprometamos a orar, humillarnos, y busca la sabiduría divina y arrepentirnos de todo lo que desagrada a Dios (2 Crónicas 7:14). Él nos preparará para todo lo que pueda venir y será nuestra seguridad, provisión completa y defensa total.
Jesús les dice a Sus seguidores que no se preocupen por el mañana. Como ya ha dicho, preocuparse no sirve para nada. La ansiedad por las cosas que no podemos controlar o que están fuera de nuestro alcance no tiene sentido (Mateo 6:27)
No tengas miedo al mundo, ni al futuro, ni a vuestra debilidad. El Señor os ha otorgado vivir en este momento de la historia, para que gracias a vuestra fe siga resonando su Nombre en toda la tierra.
No sé lo que nos deparará el mañana, pero sé quién lo tiene en sus manos. Obviamente, no tenemos forma de saber cuál será nuestro futuro; sin embargo, como cristianos, conocemos a Aquel que lo sabe: Dios. No debemos preocuparnos por el futuro, porque nuestro tiempo está en sus manos (Salmo 31:15 ).
Para pensar.
Pidele a Dios que te enséñe a orar por esta nación y dile que te ayúude a ser tu luz en una comunidad que necesita tu guía y salvación.
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