Esperare confiadamente

ESPERARÉ CONFIADAMENTE…
“Reposa en el Señor; espera con paciencia que él se manifieste. No envidies a los malvados que prosperan o te desesperes por sus perversos planes.”
‭‭Salmo‬ ‭37‬:‭7‬ ‭NBV‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬
A veces pasan días, semanas, meses y hasta años sin una respuesta de parte de Dios sobre algo muy importante para nosotros. Y si te encuentras en una temporada así, te insto a animarte y no perder la esperanza. Comprende que esperar en el tiempo de Dios no solo es una de las lecciones más provechosas, sino una de las más necesarias que aprenderás como creyente. En muchas ocasiones le he pedido algo a Dios y solo he recibido silencio por respuesta. A veces me pareció haber esperado eternamente una respuesta. Pero por larga que haya sido la espera, Dios siempre ha concedido mi petición. Y durante esos tiempos esperando me ha enseñado a confiar más en Él.
Sí, esperar es una de las cosas más difíciles que hacemos como cristianos porque siempre existe esa duda profunda de si el Padre Celestial contestará nuestras oraciones. Esto ocurre especialmente cuando otros reciben lo que nuestro corazón desea. No obstante, Dios tiene razones muy importantes para hacernos esperar, y siempre, sin excepción alguna, nos benefician. No dudemos del Señor. Sigamos confiando y esperando, porque Él nos exaltará al debido tiempo y nos dará más de lo que podemos imaginar y necesitar.
En Santiago 5:7 dice “Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia”. Mientras espera la cosecha, el labrador se prepara con expectativa por el resultado que será de mucha bendición. Esperar es un momento para prepararse para lo que viene más adelante.
Para pensar.
Cuando una mujer está embarazada tiene que “esperar” nueve meses. Pero lo hace de forma activa, esperando un resultado específico; un bebé. Esperar en Dios nunca es una pérdida de tiempo y cuando lo hacemos debemos hacerlo con expectativa.


No Comments