La llave del corazon de Dios
La llave del corazón de Dios
“Si me amáis, guardad mis mandamientos.” Juan
Es muy probable que tengas muchas llaves: de la casa, del auto e incluso del escritorio. Sin embargo, ¿has pensado alguna vez en tener la llave del corazón de Dios? Jesús nos la dio cuando lo aceptamos como Salvador personal.
La gente cree a menudo que el acceso al favor del Señor viene por realizar actos piadosos, seguir una programación prescrita de disciplinas religiosas o hacer sacrificios enormes. No obstante, la llave del corazón de Dios es la obediencia que fluye del amor.
Esto puede parecerse mucho a la lista anterior, pero es esencialmente distinto debido a la fuente que la motiva. En lugar de cumplir con un montón de obligaciones para estar bien con Jesús, Él quiere relacionarse personalmente con nosotros y que nos sometamos a Él por amor y respeto; desea que el servicio que realizamos fluya de nuestra relación íntima con Jesús, no de la idea de ganarnos su buena voluntad.
Así que pasa tiempo con el Señor y dile sí a cualquier cosa que te pida, por reverencia a Él como Dios y con profunda gratitud por todo lo que Jesús ha hecho a favor de de ti. Descubrirás no solo que tienes la llave del corazón del Señor, sino que Él tiene la llave del tuyo.
Yo deseo que disfrutes de todas las promesas de Dios. La obediencia es la llave que las desata. Escoge seguir su dirección hoy en fe. Él promete recompensarte por tu obediencia.
Para pensar.
Podrías después de leer esta reflexión preguntarte, si todo este tiempo que llevas de vida, tienes la llave del corazón de Dios?
“Si me amáis, guardad mis mandamientos.” Juan
Es muy probable que tengas muchas llaves: de la casa, del auto e incluso del escritorio. Sin embargo, ¿has pensado alguna vez en tener la llave del corazón de Dios? Jesús nos la dio cuando lo aceptamos como Salvador personal.
La gente cree a menudo que el acceso al favor del Señor viene por realizar actos piadosos, seguir una programación prescrita de disciplinas religiosas o hacer sacrificios enormes. No obstante, la llave del corazón de Dios es la obediencia que fluye del amor.
Esto puede parecerse mucho a la lista anterior, pero es esencialmente distinto debido a la fuente que la motiva. En lugar de cumplir con un montón de obligaciones para estar bien con Jesús, Él quiere relacionarse personalmente con nosotros y que nos sometamos a Él por amor y respeto; desea que el servicio que realizamos fluya de nuestra relación íntima con Jesús, no de la idea de ganarnos su buena voluntad.
Así que pasa tiempo con el Señor y dile sí a cualquier cosa que te pida, por reverencia a Él como Dios y con profunda gratitud por todo lo que Jesús ha hecho a favor de de ti. Descubrirás no solo que tienes la llave del corazón del Señor, sino que Él tiene la llave del tuyo.
Yo deseo que disfrutes de todas las promesas de Dios. La obediencia es la llave que las desata. Escoge seguir su dirección hoy en fe. Él promete recompensarte por tu obediencia.
Para pensar.
Podrías después de leer esta reflexión preguntarte, si todo este tiempo que llevas de vida, tienes la llave del corazón de Dios?
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