Demasiado ocupado
DEMASIADO OCUPADO
“Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis,” Isaías
¿Estamos demasiado ocupados?
Es posible que tengamos razones legítimas para nuestro horario muy cargado. Tal vez trabajamos demasiadas horas con el fin de satisfacer las necesidades de nuestra familia o cuidar a un ser querido. Pero a veces las personas llenan sus vidas con actividades para bloquear la verdadera necesidad espiritual. Se mantienen ocupadas, corriendo todo el día. Cuando llegan a casa encienden inmediatamente el televisor o la computadora, ponen música o hacen cualquier otra cosa. Siempre tienen algo que hace ruido a fin de evitar la quietud.
¿Te describes así?
¿Estas tratando consciente o inconscientemente de evitar al Señor? Entendamos que, nuestra intimidad con Dios determina la influencia de nuestras vidas. Así que no debemos permitir que el ajetreo nos robe la oportunidad de conocer mejor al Salvador, porque nuestra relación con Él es lo que hace realmente que nuestras vidas valgan la pena y marquen una diferencia que perdura. Entonces, ¿cómo podemos superar el ajetreo en nuestro día a día? Empecemos llevándole nuestros temores a Dios, todo lo que impida acercarnos a Él. Luego preguntémosle qué es realmente esencial y expresemos nuestro deseo de elegir lo mejor. Él nos fortalecerá, mostrándonos qué debemos conservar y a qué debemos renunciar.
Con el cuerpo relajado y cómodo, dedicando tiempo a Jesús, tu corazón se volverá hacia Él en adoración. A partir de esta experiencia, es probable que tengas un mayor deseo de obedecerle. Las personas que dedican tiempo a estar a solas con el Señor encuentran una renovada reserva de fuerza personal y una tranquila confianza.
“Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis,” Isaías
¿Estamos demasiado ocupados?
Es posible que tengamos razones legítimas para nuestro horario muy cargado. Tal vez trabajamos demasiadas horas con el fin de satisfacer las necesidades de nuestra familia o cuidar a un ser querido. Pero a veces las personas llenan sus vidas con actividades para bloquear la verdadera necesidad espiritual. Se mantienen ocupadas, corriendo todo el día. Cuando llegan a casa encienden inmediatamente el televisor o la computadora, ponen música o hacen cualquier otra cosa. Siempre tienen algo que hace ruido a fin de evitar la quietud.
¿Te describes así?
¿Estas tratando consciente o inconscientemente de evitar al Señor? Entendamos que, nuestra intimidad con Dios determina la influencia de nuestras vidas. Así que no debemos permitir que el ajetreo nos robe la oportunidad de conocer mejor al Salvador, porque nuestra relación con Él es lo que hace realmente que nuestras vidas valgan la pena y marquen una diferencia que perdura. Entonces, ¿cómo podemos superar el ajetreo en nuestro día a día? Empecemos llevándole nuestros temores a Dios, todo lo que impida acercarnos a Él. Luego preguntémosle qué es realmente esencial y expresemos nuestro deseo de elegir lo mejor. Él nos fortalecerá, mostrándonos qué debemos conservar y a qué debemos renunciar.
Con el cuerpo relajado y cómodo, dedicando tiempo a Jesús, tu corazón se volverá hacia Él en adoración. A partir de esta experiencia, es probable que tengas un mayor deseo de obedecerle. Las personas que dedican tiempo a estar a solas con el Señor encuentran una renovada reserva de fuerza personal y una tranquila confianza.
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