Sonreir es confiar plenamente en Dios
Sonreír es confiar plenamente en DIOS
El corazón alegre constituye buen remedio; Mas el espíritu triste seca los huesos. Proverbios 17:22
La sonrisa es una expresión del alma, un reflejo del gozo que habita en nuestro interior, incluso en medio de las pruebas. Como cristianos, nuestra sonrisa no depende de las circunstancias, sino de la certeza de que Dios está en control.
Recuerdo una anécdota de una hermana en la fe llamada Marta. Durante años, luchó con un diagnóstico difícil: una enfermedad que, según los médicos, la limitaría por completo. Sin embargo, Marta llegaba cada domingo a la iglesia con una sonrisa radiante. Una vez, un joven le preguntó:
—Hermana Marta, ¿cómo puede sonreír con tanto entusiasmo sabiendo lo que enfrenta?
Ella respondió:
—Mi sonrisa no viene de mis fuerzas, sino de mi Salvador. Si mi cuerpo está débil, mi espíritu está firme porque Jesús vive en mí. Mientras Él sea mi Pastor, no me faltará nada, ni siquiera la alegría.
Esa respuesta me marcó profundamente. En Filipenses 4:4, Pablo dice: “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!” Esto nos recuerda que el gozo en Cristo es un mandato, no una opción, porque en Él siempre hay razones para sonreír: su amor, su perdón y su promesa de vida eterna.
La sonrisa cristiana es un testimonio silencioso de que nuestra esperanza trasciende este mundo. Es una manera de reflejar la luz de Cristo en un mundo que necesita desesperadamente alegría verdadera. Así que, como Marta, elijamos sonreír, no porque todo sea perfecto, sino porque tenemos un Dios perfecto que nos sostiene.
¡Una actitud alegre y positiva es buena para la salud! Pero un sentimiento negativo y sin esperanza nos puede quitar hasta el deseo de mejorarnos. Buscar el gozo que Dios nos ofrece, incluso durante nuestras pruebas, y buscar rodearnos de personas que nos animan son decisiones sanas.
Amados, quizás en este momento no quieras sonreír, pero déjame decirte que dentro de poco tiempo, cuando veas el propósito que Dios tenia para esa situación, tu sonrisa será la MAS Grande que un día pudiste dar, tenlo por seguro.
Es que Dios es el Dios de las sonrisas y su anhelo es verte sonreír, por esa razón NO TEMAS, DIOS ESTA CONTIGO.
El corazón alegre constituye buen remedio; Mas el espíritu triste seca los huesos. Proverbios 17:22
La sonrisa es una expresión del alma, un reflejo del gozo que habita en nuestro interior, incluso en medio de las pruebas. Como cristianos, nuestra sonrisa no depende de las circunstancias, sino de la certeza de que Dios está en control.
Recuerdo una anécdota de una hermana en la fe llamada Marta. Durante años, luchó con un diagnóstico difícil: una enfermedad que, según los médicos, la limitaría por completo. Sin embargo, Marta llegaba cada domingo a la iglesia con una sonrisa radiante. Una vez, un joven le preguntó:
—Hermana Marta, ¿cómo puede sonreír con tanto entusiasmo sabiendo lo que enfrenta?
Ella respondió:
—Mi sonrisa no viene de mis fuerzas, sino de mi Salvador. Si mi cuerpo está débil, mi espíritu está firme porque Jesús vive en mí. Mientras Él sea mi Pastor, no me faltará nada, ni siquiera la alegría.
Esa respuesta me marcó profundamente. En Filipenses 4:4, Pablo dice: “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!” Esto nos recuerda que el gozo en Cristo es un mandato, no una opción, porque en Él siempre hay razones para sonreír: su amor, su perdón y su promesa de vida eterna.
La sonrisa cristiana es un testimonio silencioso de que nuestra esperanza trasciende este mundo. Es una manera de reflejar la luz de Cristo en un mundo que necesita desesperadamente alegría verdadera. Así que, como Marta, elijamos sonreír, no porque todo sea perfecto, sino porque tenemos un Dios perfecto que nos sostiene.
¡Una actitud alegre y positiva es buena para la salud! Pero un sentimiento negativo y sin esperanza nos puede quitar hasta el deseo de mejorarnos. Buscar el gozo que Dios nos ofrece, incluso durante nuestras pruebas, y buscar rodearnos de personas que nos animan son decisiones sanas.
Amados, quizás en este momento no quieras sonreír, pero déjame decirte que dentro de poco tiempo, cuando veas el propósito que Dios tenia para esa situación, tu sonrisa será la MAS Grande que un día pudiste dar, tenlo por seguro.
Es que Dios es el Dios de las sonrisas y su anhelo es verte sonreír, por esa razón NO TEMAS, DIOS ESTA CONTIGO.
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