Recibiras el fruto de tu esfuerzo
Recibirás el fruto de tu esfuerzo.
“El que trabaja la tierra tendrá abundante comida; el que sueña despierto sólo abundará en pobreza.”Proverbios 28:19 (NVI)
Para que una gran idea se lleve a cabo hay que materializarla. Si no se trabaja para conseguir un proyecto, aquello siempre será un proyecto. La diferencia entre una persona con su granero lleno y otra con un granero vacio es que uno de los dos trabajó diligentemente la tierra para cosechar. Mientras estemos en este mundo no cesará la siembra y la cosecha. Pero para tener la cosecha hay que sembrar y trabajar lo que se sembró.
Para toda área de nuestra vida hay que trabajar la tierra y así recibiremos lo que sembramos. Solo los que son determinados consiguen las mejores cosechas. Los sueños seguirán siendo solo sueños hasta que le creamos a Dios esos sueños y trabajemos para cumplirlos.
No seas alguien con muchos sueños, mejor sé alguien con muchos sueños de Dios hechos realidad. No te conformes con plantearte proyectos prometedores, hazlos una realidad trabajando de la mano de Dios día a día para conseguirlos. No desistas en tus esfuerzos por conseguir tus sueños, pues cuando tú ya no puedes seguir, es ahí donde Dios se vuelve tu fortaleza para conseguir tus sueños.
Si anhelas los mejores frutos, da tu mejor esfuerzo. Todo esfuerzo invertido tendrá su cosecha. Aunque en ocasiones no lo puedas ver, a su debido tiempo brotará lo que con tanto esfuerzo has sembrado y trabajado. Aunque nadie más lo haga, Dios mira todo tu esfuerzo y Él le dará justicia a tu tierra, enviándole su fruto (Salmos 85:10-13).
Para pensar.
Sea cual sea el proyecto en que te encuentres en este momento, es como si estuvieras cultivando un viñedo. Dios quiere que sea una belleza. Ora y manos a la obra y tu esfuerzo recibirá recompensa.
“El que trabaja la tierra tendrá abundante comida; el que sueña despierto sólo abundará en pobreza.”Proverbios 28:19 (NVI)
Para que una gran idea se lleve a cabo hay que materializarla. Si no se trabaja para conseguir un proyecto, aquello siempre será un proyecto. La diferencia entre una persona con su granero lleno y otra con un granero vacio es que uno de los dos trabajó diligentemente la tierra para cosechar. Mientras estemos en este mundo no cesará la siembra y la cosecha. Pero para tener la cosecha hay que sembrar y trabajar lo que se sembró.
Para toda área de nuestra vida hay que trabajar la tierra y así recibiremos lo que sembramos. Solo los que son determinados consiguen las mejores cosechas. Los sueños seguirán siendo solo sueños hasta que le creamos a Dios esos sueños y trabajemos para cumplirlos.
No seas alguien con muchos sueños, mejor sé alguien con muchos sueños de Dios hechos realidad. No te conformes con plantearte proyectos prometedores, hazlos una realidad trabajando de la mano de Dios día a día para conseguirlos. No desistas en tus esfuerzos por conseguir tus sueños, pues cuando tú ya no puedes seguir, es ahí donde Dios se vuelve tu fortaleza para conseguir tus sueños.
Si anhelas los mejores frutos, da tu mejor esfuerzo. Todo esfuerzo invertido tendrá su cosecha. Aunque en ocasiones no lo puedas ver, a su debido tiempo brotará lo que con tanto esfuerzo has sembrado y trabajado. Aunque nadie más lo haga, Dios mira todo tu esfuerzo y Él le dará justicia a tu tierra, enviándole su fruto (Salmos 85:10-13).
Para pensar.
Sea cual sea el proyecto en que te encuentres en este momento, es como si estuvieras cultivando un viñedo. Dios quiere que sea una belleza. Ora y manos a la obra y tu esfuerzo recibirá recompensa.
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