Abre tus ojos espirituales
Abre tus ojos espirituales
“Abre mis ojos, para que vea las maravillas de tu ley.” Salmo 119:18
Abrir los ojos al mundo espiritual significa reconocer y experimentar la realidad de lo que está más allá de la esfera física y material. Esto puede incluir la percepción de la presencia divina
Cada día estamos rodeados de situaciones que nuestros ojos naturales perciben: problemas, prisas, necesidades. Pero Dios nos invita a vivir con otra visión, a tener ojos espirituales que puedan ver lo invisible: su amor obrando, sus promesas cumpliéndose, su mano guiándonos.
Cuando nuestros ojos espirituales se abren, ya no vemos solo la dificultad, sino la oportunidad; no solo el dolor, sino el propósito. Jesús dijo: “El que tiene oídos para oír, oiga” (Mateo 11:15), y eso también se aplica a nuestra vista espiritual: ver más allá de lo evidente.
Hoy, pídele al Señor que abra tus ojos espirituales. Que puedas ver como Él ve: con esperanza, fe y amor. Que descubras las maravillas ocultas en medio de lo cotidiano y vivas cada día sabiendo que Dios está obrando, aunque no siempre sea visible a simple vista.
Para pensar.
¿Cuando se presenta un problema como los ves?, ¿Cando estas frente a un proyecto como lo visualizas?
“Abre mis ojos, para que vea las maravillas de tu ley.” Salmo 119:18
Abrir los ojos al mundo espiritual significa reconocer y experimentar la realidad de lo que está más allá de la esfera física y material. Esto puede incluir la percepción de la presencia divina
Cada día estamos rodeados de situaciones que nuestros ojos naturales perciben: problemas, prisas, necesidades. Pero Dios nos invita a vivir con otra visión, a tener ojos espirituales que puedan ver lo invisible: su amor obrando, sus promesas cumpliéndose, su mano guiándonos.
Cuando nuestros ojos espirituales se abren, ya no vemos solo la dificultad, sino la oportunidad; no solo el dolor, sino el propósito. Jesús dijo: “El que tiene oídos para oír, oiga” (Mateo 11:15), y eso también se aplica a nuestra vista espiritual: ver más allá de lo evidente.
Hoy, pídele al Señor que abra tus ojos espirituales. Que puedas ver como Él ve: con esperanza, fe y amor. Que descubras las maravillas ocultas en medio de lo cotidiano y vivas cada día sabiendo que Dios está obrando, aunque no siempre sea visible a simple vista.
Para pensar.
¿Cuando se presenta un problema como los ves?, ¿Cando estas frente a un proyecto como lo visualizas?
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