Confianza
Confianza
“Confío en ti, mi Dios, y ya no siento miedo.?” — Salmo 56:11 TLA
Al confiar en Dios, no nos precipitamos, sino que esperamos su dirección. Tomamos tiempo para escuchar su voz, para leer su Palabra, nos acercamos a él y recordamos lo que ha hecho por nosotros.
Elijamos confiar en Dios cada día y en medio de cualquier situación. Él ha sido fiel y seguirá siendo fiel, no lo dudemos.
Andar confiado no significa caminar con soberbia o creer que todo nos saldrá bien porque sí. Significa saber, en lo más profundo del corazón, que no estamos solos. Es reconocer que Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones (Salmo 46:1).
Cuando entendemos quién es nuestro Dios —el Todopoderoso, el Fiel, el que nunca falla—, podemos caminar cada día sin temor. Las dificultades vendrán, las amenazas aparecerán, pero el que confía en el Señor no se mueve. Su paz sobrepasa todo entendimiento y guarda nuestro corazón (Filipenses 4:7).
Confiar es descansar, es avanzar sin miedo, es creer que aunque no veamos el camino completo, Dios ya ha preparado los pasos. Andar confiado es fruto de una vida que conoce a su Señor.
Para pensar.
¿Como esta tu confianza en Dios en medio de la circunstancia que vives?
“Confío en ti, mi Dios, y ya no siento miedo.?” — Salmo 56:11 TLA
Al confiar en Dios, no nos precipitamos, sino que esperamos su dirección. Tomamos tiempo para escuchar su voz, para leer su Palabra, nos acercamos a él y recordamos lo que ha hecho por nosotros.
Elijamos confiar en Dios cada día y en medio de cualquier situación. Él ha sido fiel y seguirá siendo fiel, no lo dudemos.
Andar confiado no significa caminar con soberbia o creer que todo nos saldrá bien porque sí. Significa saber, en lo más profundo del corazón, que no estamos solos. Es reconocer que Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones (Salmo 46:1).
Cuando entendemos quién es nuestro Dios —el Todopoderoso, el Fiel, el que nunca falla—, podemos caminar cada día sin temor. Las dificultades vendrán, las amenazas aparecerán, pero el que confía en el Señor no se mueve. Su paz sobrepasa todo entendimiento y guarda nuestro corazón (Filipenses 4:7).
Confiar es descansar, es avanzar sin miedo, es creer que aunque no veamos el camino completo, Dios ya ha preparado los pasos. Andar confiado es fruto de una vida que conoce a su Señor.
Para pensar.
¿Como esta tu confianza en Dios en medio de la circunstancia que vives?
No Comments