Confianza peligrosa

Confianza peligrosa


“Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová.” Jeremías 17:5


Este verso enfatiza la importancia de confiar en Dios por sobre los humanos y sus recursos temporales.

La confianza en el hombre es vista como una fuente de fragilidad y falta de seguridad, mientras que la confianza en Dios es la base de la bendición y el bienestar.

La confianza es algo poderoso. Puede darnos paz o llevarnos directo al desastre. El problema no es confiar, sino dónde depositamos nuestra confianza. El profeta Jeremías lanza una advertencia clara: hay una confianza que es peligrosa —la que se basa exclusivamente en las fuerzas humanas.

Cuando ponemos nuestra seguridad en personas, estructuras o recursos sin depender de Dios, nos exponemos a la decepción. A veces confiamos más en un empleo, una relación o una cuenta bancaria que en el Dios que sostiene el universo. Esta es una confianza frágil, porque todo lo humano es limitado y falible.

En cambio, el versículo siguiente (Jeremías 17:7) nos muestra el contraste:
“Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.”

Para pensar.
Hoy es un buen día para examinar el corazón.
¿Dónde está tu verdadera confianza?
¿Qué pasaría si eso en lo que confías desapareciera mañana? 

Vuelve tu corazón al Señor. Él nunca falla. Su fidelidad es eterna y su poder es infinito.

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