Orar con Vison
Orar con visión.
“Donde no hay visión, el pueblo se extravía; dichoso el que obedece la ley.” Proverbios 29:18 (NVI)
La palabra visión aquí se refiere a la guía divina la revelación de Dios o la dirección profética que los líderes espirituales reciben para guiar al pueblo.
Cuando no hay guía divina, la gente se pierde, actúa de manera descontrolada, y se aleja de la voluntad de Dios.
Orar no es solo hablar con Dios; es alinearse con Su propósito eterno. Cuando oramos con visión, dejamos de pedir solo por necesidades inmediatas y comenzamos a interceder con propósito, mirando más allá de lo visible. La visión divina nos eleva por encima del caos, nos da dirección y enciende la pasión por cumplir el destino que Dios ha preparado.
Nehemías no solo oró por los muros caídos de Jerusalén; oró con visión, con un plan en el corazón y una carga espiritual que venía de lo alto. Así también tú, cuando oras con visión, estás cooperando con los planes del cielo para manifestarlos en la Tierra.
Para pensar.
Hoy, antes de orar, detente un momento y pregúntale al Señor:
”¿Qué ves Tú que yo no estoy viendo?”
Permite que el Espíritu Santo te muestre el panorama completo no solo lo que duele, sino también lo que Él quiere construir a través de ti.
“Donde no hay visión, el pueblo se extravía; dichoso el que obedece la ley.” Proverbios 29:18 (NVI)
La palabra visión aquí se refiere a la guía divina la revelación de Dios o la dirección profética que los líderes espirituales reciben para guiar al pueblo.
Cuando no hay guía divina, la gente se pierde, actúa de manera descontrolada, y se aleja de la voluntad de Dios.
Orar no es solo hablar con Dios; es alinearse con Su propósito eterno. Cuando oramos con visión, dejamos de pedir solo por necesidades inmediatas y comenzamos a interceder con propósito, mirando más allá de lo visible. La visión divina nos eleva por encima del caos, nos da dirección y enciende la pasión por cumplir el destino que Dios ha preparado.
Nehemías no solo oró por los muros caídos de Jerusalén; oró con visión, con un plan en el corazón y una carga espiritual que venía de lo alto. Así también tú, cuando oras con visión, estás cooperando con los planes del cielo para manifestarlos en la Tierra.
Para pensar.
Hoy, antes de orar, detente un momento y pregúntale al Señor:
”¿Qué ves Tú que yo no estoy viendo?”
Permite que el Espíritu Santo te muestre el panorama completo no solo lo que duele, sino también lo que Él quiere construir a través de ti.
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