Una noche tribulada
Una noche tribulada
Lucas 22.42 NTV
«Padre, si quieres, te pido que quites esta copa de sufrimiento de mí. Sin embargo, quiero que se haga tu voluntad, no la mía».
Hoy al llegar al mismo suelo Santo en la vida de nuestro Señor Jesucristo vemos este relato que describe uno de los momentos más íntimos y privados de la vida de nuestro Señor Jesucristo
Muchas veces lo hace cuando todo parece oscuro, Aparece una noche cómo la noche del Getsemaní en uno de los momentos más oscuros de la historia de la humanidad.
Esa noche Jesús no estaba sanando ni haciendo milagros estaba orando solo de noche en un jardín llamado Getsemaní.
Fue un momento donde la rendición y la aceptación se entrelazaron en el corazón del Hijo de Dios, marcando la culminación de Su entrega.
Con cada oración, el peso de la humanidad recaía sobre Sus hombros, y con cada lágrima, se revelaba la profundidad de Su amor incondicional.
El Getsemaní fue la arena donde la humanidad y la divinidad se encontraron en agonía, preparando el camino para el sacrificio supremo que cambiaría el destino de la humanidad para siempre.
Esto fue la antesala maravillosa que tuvimos a través de la humanidad de Jesús para ser libres de todo pecado anterior poder tener lo que él nos ha entregado su gracia y su misericordia
Era la antesala de la Cruz una noche donde El Salvador del mundo lleno de angustia sudor como grandes gotas de sangre una noche donde pidió que si fuera posible pasara de él esa Copa, pero fue en esa misma noche bajo el cielo silencioso donde se rindió por completo a la voluntad del padre, pero no se haga mi voluntad sino la tuya. Dijo nuestro Señor en ese momento.
Esa noche nos revela que incluso el hijo de Dios tuvo que enfrentar el peso de una noche sin paz. no era insomnio común era agonía espiritual. era la lucha entre el deseo humano de evitar el sufrimiento y el compromiso divino con el propósito eterno en Getsemaní
Quieres tener una noche de oración junto con una mañana de ayuno únicamente meditando en lo que el te habla en medio de tu silencio y quietud espiritual.
Lucas 22.42 NTV
«Padre, si quieres, te pido que quites esta copa de sufrimiento de mí. Sin embargo, quiero que se haga tu voluntad, no la mía».
Hoy al llegar al mismo suelo Santo en la vida de nuestro Señor Jesucristo vemos este relato que describe uno de los momentos más íntimos y privados de la vida de nuestro Señor Jesucristo
Muchas veces lo hace cuando todo parece oscuro, Aparece una noche cómo la noche del Getsemaní en uno de los momentos más oscuros de la historia de la humanidad.
Esa noche Jesús no estaba sanando ni haciendo milagros estaba orando solo de noche en un jardín llamado Getsemaní.
Fue un momento donde la rendición y la aceptación se entrelazaron en el corazón del Hijo de Dios, marcando la culminación de Su entrega.
Con cada oración, el peso de la humanidad recaía sobre Sus hombros, y con cada lágrima, se revelaba la profundidad de Su amor incondicional.
El Getsemaní fue la arena donde la humanidad y la divinidad se encontraron en agonía, preparando el camino para el sacrificio supremo que cambiaría el destino de la humanidad para siempre.
Esto fue la antesala maravillosa que tuvimos a través de la humanidad de Jesús para ser libres de todo pecado anterior poder tener lo que él nos ha entregado su gracia y su misericordia
Era la antesala de la Cruz una noche donde El Salvador del mundo lleno de angustia sudor como grandes gotas de sangre una noche donde pidió que si fuera posible pasara de él esa Copa, pero fue en esa misma noche bajo el cielo silencioso donde se rindió por completo a la voluntad del padre, pero no se haga mi voluntad sino la tuya. Dijo nuestro Señor en ese momento.
Esa noche nos revela que incluso el hijo de Dios tuvo que enfrentar el peso de una noche sin paz. no era insomnio común era agonía espiritual. era la lucha entre el deseo humano de evitar el sufrimiento y el compromiso divino con el propósito eterno en Getsemaní
- Jesús nos enseñó que hay noches en las que no se duerme se pelea se llora se decide.
- Hay noches donde la voluntad se dobla o se fortalece y fue en esa noche donde se selló la redención de todos nosotros
- No todos nuestros insomnios son ataques, algunos son procesos
- Algunos son Getsemaní, lugares donde nos vemos obligados a hablar con Dios desde lo más profundo del alma donde no hay máscaras ni excusas ni fórmulas solo la verdad solo lágrimas solo decisiones eternas
- Noches donde sabemos que algo va a cambiar.
- Donde el peso de lo que viene nos aplasta (SU GLORIA)
- Donde deseamos otra respuesta otra salida otro camino, pero el cielo guarda silencio y todo lo que podemos hacer es orar.
- Getsemaní no es solo un lugar físico es una experiencia es el punto de quiebre donde se define si seguimos huyendo o si nos rendimos
- Jesús pidió que oraran con Él...,
- HAY MOMENTO QUE HAY QUE AYUNAR Y ORAR PROFUNDAMENTE NO PARA DORMIRSE ESPIRITUALMENTE...
Quieres tener una noche de oración junto con una mañana de ayuno únicamente meditando en lo que el te habla en medio de tu silencio y quietud espiritual.
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