No te duermas, Pelea...

No te duermas, Pelea.
 
32 Fueron al huerto de olivos llamado Getsemaní, y Jesús dijo: «Siéntense aquí mientras yo voy a orar». 33 Se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan y comenzó a afligirse y angustiarse profundamente.
34 Les dijo: «Mi alma está destrozada de tanta tristeza, hasta el punto de la muerte. Quédense aquí y velen conmigo». Mr 14:32–34 NTV

 
En este relato donde Marcos nos dice que ellos habían salido al monte de los Olivos y es quizás en el trayecto donde Jesús había predicho la deserción de sus discípulos. “heriré al pastor y se dispersarán las ovejas”.

El Getsemaní era un huerto ubicado al pie del monte de los Olivos...
Jesús y los discípulos frecuentaban para escapar del bullicio de la ciudad Este huerto probablemente estaba cercado y tenía una entrada en la cual ordenó a los discípulos que se quedaran para que vigilaran.
 
Su Circulo intimo (Pedro, Juan y Jacobo)
Estos tres hombres fueron muy especiales:
  • Fueron los primeros discípulos en haber sido llamados, fueron testigos de la transfiguración
  • Fueron los únicos que se les permitió ver la resurrección de la hija de Jairo y ahora ellos iban a ser testigos de dos cosas muy importantes:
1. Iban a ser testigos de la fragilidad humana de nuestro Señor Jesucristo, ningún discípulo (Aparte de ellos) tuvo la oportunidad de ver tan de cerca el lado emocional, frágil y humano de nuestro Señor Jesucristo.
2. Iban a ser testigos de uno de los momentos más íntimos entre Dios Padre y Dios Hijo.  
Esta es la única ocasión en todo el evangelio de Marcos en la que Jesús llama a Pedro por su nombre original (Simón), posiblemente resaltando su inconformidad y frustración en contra de aquel que dijo:
 
Maestro si es posible te seguiré a la muerte. aunque todos te abandonen, yo no.  ¿En serio Simón? ¿Duermes?
 

Te acabo de decir que; mi alma está muy triste hasta la muerte. ¿Yo te acabo de abrir mi corazón como jamás lo he hecho con nadie y te he mostrado mi angustia… y Duermes?
¿Cómo puede haber tanta indiferencia en aquellos que juraron lealtad hasta la muerte?
En tres ocasiones Jesús vino y los halló durmiendo.

Es profundamente doloroso y desilusionante encontrarse “completamente solo”, en una “situación crítica” y que tus mejores amigos no pueden hacer nada para ayudarte.  Todos en algún momento nos hemos sentido esa clase de soledad.
 
  • Sus discípulos no soportaron la presión se durmieron porque no entendieron la magnitud de lo que estaba ocurriendo,
  • No percibieron que estaban en el epicentro del plan eterno de Dios y muchas veces nos pasa igual estamos en medio de una noche clave, pero estamos dormidos espiritualmente.
  • No discernimos.
  • No entendemos.
  • No respondemos, y por eso esa noche se vuelve más dura más larga más pesada, pero si abrimos los ojos si decidimos quedarnos despiertos espiritualmente, si usamos esas noches para hablar con Dios para clamar para rendirnos entonces algo poderoso ocurre porque no hay noche de Getsemaní sin mañana de resurrección.
  • Todo lo que se entrega en la oscuridad, Dios lo resucita en gloria 
  • todo lo que decidimos en oración, aunque duela produce fruto eterno
  • Jesús salió de Getsemaní fortalecido no porque el dolor desapareció, sino porque la decisión fue tomada.
  • Cuando tomamos decisiones con Dios en la noche lo que viene no nos derrumba,
  • Nos duele, pero no nos destruye porque el alma que ya se rindió en oración no se rompe en la batalla.
  • El corazón que ya habló con el padre no se confunde con las voces del enemigo algunas de nuestras noches de insomnio son Getsemaní disfrazado.
  • Son oportunidades para definir si vamos a seguir a Cristo de verdad o solo mientras todo sea cómodo
  • Son pruebas donde el cielo está esperando nuestra decisión, donde el Espíritu Santo nos llama a orar, a rendirnos, a decir, no se haga mi voluntad sino la tuya.
  • Eso no se dice fácil se dice entre lágrimas, con temblores con miedo, pero esa oración tiene el poder de mover el cielo de cambiar el destino de alinear todo con el propósito de Dios y cuando la hacemos de corazón cuando en medio de nuestra noche decimos sí el padre envía sus Ángeles para fortalecernos, así como lo hizo con Jesús no quitó la Cruz, pero sí le dio fuerza para cargarla
  • Esta es la enseñanza para nuestras noches de insomnio, no todas van a desaparecer con una oración, algunas están ahí para que tomemos decisiones, para que nos rindamos, para que dejemos de escapar, para que aceptemos el llamado, para que muramos a nuestra voluntad y vivamos en la suya.

Para pensar.
No huyamos del Getsemaní...
Pidamos que la noche pase rápido aprovechémosla porque en esas horas donde nadie más nos ve, donde el alma se arrodilla en secreto, es donde Dios escribe las páginas más profundas de nuestro destino y cuando amanezca sabremos que no fuimos derrotados fuimos procesados y eso marcará nuestra historia para siempre.
 

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