Encontrando la voluntad de Dios

Encontrando la voluntad de Dios

Clama a mí, y te responderé; y te revelaré cosas grandes e inaccesibles que tú no conoces. Jeremías 33:3


Antonio pensaba lo bueno que sería estar sentado en clase conectado a una máquina que le controlara el corazón. De esa manera podría probarles a sus padres que si la escuela seguía así de aburrida, se le pararía el pulso y caería muerto de aburrimiento.

Lo único que hacía Antonio era soñar con hacer algo grandioso. Todas las tardes se trepaba a la casa que había construido en la copa de un árbol y pensaba en lo que tenía que hacer para llegar a ser un astronauta… o presidente… o soberano del planeta Tierra.

Antonio tenía muchas ideas acerca de su futuro. Pero se estaba perdiendo el secreto más tremendo del mundo para vivir una vida fenomenal. Lo único que tenía que hacer era descubrir la voluntad de Dios para su vida. Sin Dios, se estaba perdiendo la mejor manera de planear su futuro, y de lograr que la vida fuera divertida ahora.

Dios quiere mostrarte su voluntad, su plan perfecto para ti. Pero es fácil que ciertas actitudes equivocadas te atrapen. Si te enredas en una de éstas no podrás salir de tu confusión.

Primera actitud equivocada: Dios mantiene en secreto su voluntad. Felipe cree que encontrar la voluntad de Dios es como buscar el tesoro escondido. Dios esconde las respuestas a nuestras grandes preguntas, y si no podemos encontrarlas, ¡mala suerte! Pero la Biblia nos muestra que Dios no juega con nosotros. Él está dispuesto a mostrar su voluntad a cualquiera que quiera encontrarla.

Segunda actitud equivocada: La voluntad de Dios no será divertida. Sara se imagina que la voluntad de Dios la obligará a casarse con un hombre feo cuando sea grande, o pasar el resto de su vida haciendo algo que no quiere hacer; por ejemplo, ser una misionera en la selva. Pero Dios no tiene ningún interés en que seamos infelices. Dios quiere darnos generosamente todas las cosas que satisfarán nuestros anhelos más profundos.

Tercera actitud equivocada: La voluntad de Dios no me parece que será algo que quiero. Pepe se porta como el conductor de un auto que aprieta el pedal del acelerador y el del freno al mismo tiempo. Primero dice: “Señor, muéstrame tu voluntad”, y al minuto: “No tengo interés en hacer esa parte de tu voluntad”. Tu tarea es hacer totalmente la voluntad de Dios.

Esas son actitudes contradictorias. Fíjate ahora en esta estupenda actitud:
Estoy listo para hacer la voluntad de Dios sea la que sea. Dios nos bendice cuando estamos dispuestos a obedecerle aun antes de que nos muestre lo que quiere que hagamos. Es la actitud expresada en el Salmo 40:8: “El hacer tu voluntad, oh Dios mío, me ha agradado; y tu ley está en medio de mi corazón”. Dios anhela compartir sus planes ¡siempre y cuando anhelemos obedecerle!

Para pensar:
¿Qué sientes con respecto a tu Dios maravilloso que quiere mostrarte su maravillosa voluntad?
Para Orar:
Señor, queremos tu voluntad para nuestra vida. Muéstranos tu voluntad para poder obedecerte.
Para hacer:
¿Hay algún área de tu vida en la que quieres comprender los planes de Dios? Pasa un rato con tu pastor, conversando sobre la voluntad de Dios para esa parte de tu vida.
 Para leer y meditar Jeremías 33:3

No Comments