Toma dos pasos

Toma dos pasos

Todos los creyentes se dedicaban a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión fraternal, a participar juntos en las comidas (entre ellas la Cena del Señor15), y a la oración. Hechos 2.42 NTV


El partimiento del pan» se refiere a las reuniones de comunión que se celebraban en memoria de Jesús y se organizaban tomando como patrón la Última Cena que Jesús celebró con sus discípulos antes de su muerte

Reflexiona sobre este anécdota
No importa cómo se comparaba Armando con los demás, siempre salía perdiendo. No era fuerte como Guillermo. No era inteligente como Emilia. No vivía en una casa linda como la de Mariana. No tenía ni la décima parte de los amigos que tenía Gabriel. Por más que Armando se esforzaba, no podía pensar ni siquiera en una cosa buena que decir de sí mismo.
Cierto día Armando dibujó un autorretrato. Se dibujó con el pelo sucio y los dientes torcidos. Grandes manchas de acné le cubrían el rostro desde el mentón hasta la frente, y una enorme verruga llena de pelos coronaba la nariz. Y, en este retrato, Armando estaba totalmente solo. Al pie, tituló su dibujo: “El fracasado total”.

Eso fue hace tres años. Desde entonces, Armando ha encontrado amigos creyentes que están estudiando la Biblia seriamente. También les encanta ser simplemente amigos. Los amigos nuevos de Armando lo han ayudado a reconocer qué tal es él en realidad. Armando ha descubierto que Dios lo ve como una persona maravillosa y dotada tanto en su interior como en su exterior.

Dios tiene un programa sencillo de dos pasos para que puedas captar su verdadero concepto de ti:

Primer paso:
Estudia la Palabra de Dios. Estudias prácticamente todo el día en la escuela. Así que quizá lo que menos quieras hacer es estudiar todavía más. Pero si quieres descubrir lo que Dios piensa de ti, tu primer paso es centrarte en la Palabra de Dios. La Biblia es el libro de Dios con los datos absolutamente correctos acerca de ti.

Segundo paso:
Consigue amigos consagrados. En la familia de Dios es donde podemos aprender a tratarnos unos a otros como hermanos dignos de ser amados, valiosos y capaces. Reunirnos con otros creyentes es la manera de vivir por experiencia la Palabra de Dios día tras día.

¿Sabes?

Dios quiere usar su Palabra y a otros creyentes para que estemos doblemente seguros de que somos amados, valorados y útiles. No hay manera mejor de descubrir cómo nos ve Dios que interiorizarnos en su Palabra. Y no hay mejor manera de reforzar esa verdad que tener creyentes cariñosos que nos hacen acordar cómo nos ve Dios. Aprendemos la verdad acerca de Dios y de nosotros mismos por medio de la Biblia o de un sermón o de una lección de Escuela Dominical. Pero la verdad es aún más real cuando la palpamos a través de amigos creyentes.

Dios quiere que estés cada día más y más seguro de que eres digno de ser amado, valioso y capaz. Pero te toca a ti colocarte en el lugar apropiado. Él te ha dado su Palabra para enseñarte y a su pueblo para reforzar su mensaje. ¡Cuándo alcances estas dos cosas, tendrás su concepto de ti!

Para pensar: ¿Estás en una clase de Escuela Dominical, en un grupo juvenil o un club bíblico donde recibes enseñanza sabia y tienes los amigos consagrados que necesitas para ir captando mejor el concepto que Dios tiene de ti?
Para Orar: Señor, ayúdanos a hacer lo que tenemos que hacer para aumentar nuestra comprensión de quién dices tú que somos.
Para hacer: ¿Necesitas aferrarte a las enseñanzas del Señor o a amigos consagrados? ¡Adelante!
 Para leer: Hechos 2:42–47

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