señales y prodigios
Señales y prodigios
Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis.Juan 4:48 RVR60
Este verso nos da la reflexión de que Jesús reprocha la fe que se basa únicamente en ver señales y prodigios, y que la fe verdadera debe estar cimentada en creer en su palabra sin necesidad de espectáculos sensacionalistas.
La enseñanza principal es que debemos anhelar una fe más profunda, que no dependa de lo que vemos, sino de la revelación de la persona de Jesús y la confianza en Su verdad y poder.
Un síntoma del estado enfermizo de la mente del hombre en los días de nuestro Señor era el ardiente deseo de ver prodigios. Rechazaban el alimento sólido y ansiaban meros portentos.
El evangelio, que tanto necesitaban, no lo querían y reclamaban ardientemente los milagros que Jesús no siempre estaba dispuesto a efectuar. Muchos en nuestros días tienen que ver señales y maravillas, de lo contrario no creen.
Cuando profundizamos en la reflexión podemos ver:
Reproche a la incredulidad:
Jesús se dirige a todos los presentes en Galilea, que ya habían presenciado milagros, pero que aún así exigían más pruebas para creer.
Fe superficial vs. Fe profunda:
El tipo de fe que se aferra a señales es superficial. Jesús busca una fe más profunda que no necesita de estímulos externos para afirmarse.
La palabra de Jesús como suficiente:
La reflexión final es la bendición para aquellos que no han visto, pero creen en su palabra y en la revelación de Su persona, más allá de las señales y milagros.
Señales y prodigios como el Antiguo Testamento:
Jesús utiliza la expresión "señales y prodigios" aludiendo a la liberación de los israelitas del faraón en el Éxodo. Sin embargo, aludiendo a la gente, se refiere a lo que tenían ante sus ojos como una respuesta a las exigencias del Faraón.
Para pensar:
El versículo 48 de Juan nos llama a la reflexión sobre el motivo de nuestra fe.
No se trata de seguir a Jesús para ver más milagros, sino de buscar la revelación de Su verdad y el anhelo de su Persona, que nos transforma de manera profunda y duradera.
Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis.Juan 4:48 RVR60
Este verso nos da la reflexión de que Jesús reprocha la fe que se basa únicamente en ver señales y prodigios, y que la fe verdadera debe estar cimentada en creer en su palabra sin necesidad de espectáculos sensacionalistas.
La enseñanza principal es que debemos anhelar una fe más profunda, que no dependa de lo que vemos, sino de la revelación de la persona de Jesús y la confianza en Su verdad y poder.
Un síntoma del estado enfermizo de la mente del hombre en los días de nuestro Señor era el ardiente deseo de ver prodigios. Rechazaban el alimento sólido y ansiaban meros portentos.
El evangelio, que tanto necesitaban, no lo querían y reclamaban ardientemente los milagros que Jesús no siempre estaba dispuesto a efectuar. Muchos en nuestros días tienen que ver señales y maravillas, de lo contrario no creen.
Cuando profundizamos en la reflexión podemos ver:
Reproche a la incredulidad:
Jesús se dirige a todos los presentes en Galilea, que ya habían presenciado milagros, pero que aún así exigían más pruebas para creer.
Fe superficial vs. Fe profunda:
El tipo de fe que se aferra a señales es superficial. Jesús busca una fe más profunda que no necesita de estímulos externos para afirmarse.
La palabra de Jesús como suficiente:
La reflexión final es la bendición para aquellos que no han visto, pero creen en su palabra y en la revelación de Su persona, más allá de las señales y milagros.
Señales y prodigios como el Antiguo Testamento:
Jesús utiliza la expresión "señales y prodigios" aludiendo a la liberación de los israelitas del faraón en el Éxodo. Sin embargo, aludiendo a la gente, se refiere a lo que tenían ante sus ojos como una respuesta a las exigencias del Faraón.
Para pensar:
El versículo 48 de Juan nos llama a la reflexión sobre el motivo de nuestra fe.
No se trata de seguir a Jesús para ver más milagros, sino de buscar la revelación de Su verdad y el anhelo de su Persona, que nos transforma de manera profunda y duradera.
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