La meditación produce éxito

La meditación produce éxito

Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones. No se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón; porque son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo. PROVERBIOS 4:20–22


Cuando nos referimos a “meditar” queremos decir ponderar alguna cosa y darle toda nuestra atención. En estos días he tratado de conocer como trabaja mi aparato digestivo ya que las tengo ahora en una posición correcta que por muchos años no estaban estoy tratando de aprender a comer, a ver la meditación de cómo hacerlo.

Eso parece demasiado para la mayoría de las personas, pero para mí es una buena imagen de cómo meditar en la Palabra de Dios también...

No solamente debemos engullir algunas palabras o un versículo y luego apresurarnos al siguiente. Nos detenemos para reflexionar en una palabra, una frase o un concepto.

Comparamos esa escritura con otra que nos viene a la mente. No sentimos ninguna prisa de correr hacia el final del capítulo. Las palabras están allí para que las saboreemos y las disfrutemos.

Deberíamos aprender a estar más preocupados por la calidad que por la cantidad. Es más importante obtener un entendimiento profundo de un versículo de la Escritura que leer cinco capítulos sin entender nada.

Meditar en la Palabra de Dios exige disciplina.
Vivimos en un mundo tan acelerado que pocos de nosotros nos hacemos el tiempo de meditar. Deberíamos hacernos el hábito de apartar tiempo solamente para sentarnos y meditar en la Palabra de Dios y en las maravillosas promesas que ha hecho para los que creen en Él.

La persona bienaventurada mencionada en el Salmo 1 es la persona que medita en la Palabra de Dios “de día y de noche”. Esa expresión “de día y de noche” significa que es una parte importante de la vida de la persona. Es una manera de decir que pensar en la Palabra de Dios debería ser una parte regular de sus actividades diarias.

Esto va a requerir que derribemos los pensamientos equivocados tan pronto lleguen y decidamos pensar en las cosas que nos benefician. Si nos mantenemos enfocados, produciremos resultados espiritualmente.

Yo paso tiempo con Dios en oración y estudiando su Palabra cada mañana, pero también aplico la Palabra a las situaciones con las que trato a lo largo del día.

Durante la escritura de este devocional, me acorde que tengo una cita de consejería a una pareja jovencita y mi pensamiento fue citar y pensar en varias promesas de la Palabra de Dios. Su Palabra nos fortalece y nos ayuda a mantener nuestra paz y nuestro gozo.

Le puse por título a esta reflexión “La meditación produce éxito” porque es importante para nosotros comprender que contemplar el significado de la Escritura no es solo algo bueno o una actividad reservada para los eruditos. Es el mandamiento de Dios para todos nosotros. Es un requisito para el verdadero éxito.

También pensé en las instrucciones dadas a Josué mientras se preparaba para guiar al pueblo a la Tierra Prometida. En los primeros versículos del libro de Josué, Dios le brinda dirección. Había por lo menos dos millones de personas viajando a la tierra, y la responsabilidad de dirigirlos era inmensa.

Dios prometió estar con Josué como estuvo con Moisés, e instó al nuevo líder a ser muy valiente. Luego le dijo: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien” (Josué 1:8).

Las instrucciones parecían claras. Josué tenía los mandamientos de Dios, y su responsabilidad principal era contemplar esas palabras. Por medio de sumergirse en la ley, estaba aprendiendo a comprender la mente de Dios más plenamente. Dios incluso dijo que si Josué mantenía su mente y su corazón en la ley, sería próspero y tendría éxito.

Con mucha frecuencia la gente se enfoca en sus problemas en lugar de meditar en las promesas de Dios. Al hacerlo, sus problemas al parecer se vuelven más grandes y el poder de Dios disminuye.

Dios no quiere que Satanás llene su mente. No quiere darle la oportunidad de inyectar pensamientos equivocados y negativos en su cabeza. Para que el diablo controle su vida, todo lo que necesita hacer es controlar sus pensamientos. Tome una decisión en este momento de que no le permitirá hacer eso. No lo deje derrotarlo.
Oración
Padre Dios, tú me has pedido que medite en tu Palabra y te pido que me ayudes a hacer eso. Quiero que tu Palabra sea el enfoque de mi vida. Cuando los problemas vengan, ayúdame a recurrir a tu Palabra de inmediato. Cuando Satanás ataque mi mente, recuérdame contraatacar con tu Palabra. Al meditar en tu Palabra regularmente, creo que veré un buen avance en mi vida. Te pido esto en el nombre de Jesús. Amén.

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