Ayuno Dia 1
Dia 1
Tu condición y la de los tuyos.
“Me buscarán y me hallarán, porque me buscarán con todo su corazón”. Jeremías 29:13
Hoy es el primer día de una gran aventura–la aventura de apagar el ruido del mundo para poder escuchar más claramente la voz de Dios. Los próximos 21 días de Oración y Ayuno tienen como propósito buscar al Señor de todo corazón. ¡Y le hallarás!
Comenzamos este tiempo con el libro de Nehemías.
En el versículo 1, capítulos 1 al 4 vemos como Nehemías recibe malas noticias acerca de la condición de Jerusalén y el pueblo judío que había regresado allí. Las murallas de la ciudad habían sido destruidas y sus puertas quemadas.
Dice Nehemías: “Cuando escuché estas palabras, me senté, lloré e hice duelo por algunos días. Ayuné y oré delante del Dios de los cielos” (Nehemías 1:4).
Antes de que Nehemías analizara el problema, antes de que tratara de solucionar el problema, antes de que hablara con alguien más acerca del problema–habló con Dios. Dice la Palabra que “ayunó y oró”.
Su primera respuesta fue mirar hacia arriba y buscar a Dios. “Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene del Señor, que hizo los cielos y la tierra” (Salmo 121:1-2).
Nehemías sabía que Dios era el único que podía solucionar este problema. Permítenos animarte durante los próximos 21 días a enfocarte en Dios y Su poder y fortaleza. Dios puede hacer más en segundos de lo que puede hacer el hombre en siglos.
El propósito de combinar el ayuno con la oración es permitir que tu hambre física desencadene una respuesta espiritual. Si siento hambre, es un recordatorio de que debo mirar hacia arriba y buscar del Señor.
En segundo lugar, Nehemías mira hacia adentro. Durante su oración registrada en el capítulo 1 del libro de Nehemías, éste reconoce honestamente su pecado y el pecado de su pueblo contra Dios.
Antes de orar por el problema de Jerusalén, Nehemías da prioridad a asegurarse de que su propio corazón esté bien ante Dios. Es importante que, al dedicar tiempo a la oración y al ayuno, pidamos al Espíritu Santo que escudriñe nuestros corazones. Él es el revelador de toda verdad. Él nos conoce mejor que nosotros mismos. Al dedicar este tiempo a orar y ayunar, el Espíritu Santo te revelará cosas. Durante los próximos 21 días, el Espíritu Santo probablemente te mostrará cosas de tu propia vida que ni sabías que estaban allí: pecado, heridas, actitudes equivocadas. Cuando Él lo hace, no es para condenarte, es para hacerte libre en esa área.
Por último, Nehemías mira hacia afuera. Su principal preocupación no es él mismo, sino sus compatriotas de Israel, el pueblo elegido por Dios.
Volviendo al versículo 4, leemos que Nehemías pasó días orando y ayunando ante Dios. No se trataba de una simple oración de una sola vez, después de la cual Nehemías seguía con su vida. No, Nehemías llevó una carga por su pueblo, orando por ellos continuamente durante muchos días. Yo creo que Dios te va a dar una carga espiritual por la gente durante estos 21 días–una carga espiritual por sus vidas. Llévela bien. Cúbrelos en oración. Puede ser por un familiar perdido al que Dios quiere hablarle. Puede ser por una relación rota que Dios quiere sanar. Puede ser por la pérdida espiritual de nuestro mundo. Cualquiera que sea la carga-– llévala en oración.
Durante las próximas tres semanas, mira hacia arriba, mira hacia adentro y mira hacia afuera .... y observa cómo Dios hace cosas increíbles en tu vida y en la de las personas que te rodean.
Para pensar:
¿En qué vas a creerle a Dios en los próximos 21 días?
Oración:
Dios, te doy gracias por este tiempo reservado para conocerte más. Te doy gracias por tu poder, provisión y presencia en mi vida. Fijo mi mirada sólo en ti para todas mis necesidades y deseos. Acércate a mí mientras yo me acerco a tí durante las próximas tres semanas. Amén.
Leer:
Mateo 6:16-18 TLA
El ayuno
16 »Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas. A ellos les gusta que la gente sepa que están ayunando. Les aseguro que ése será el único premio que ellos recibirán. 17 Cuando ustedes ayunen, péinense bien y lávense la cara, 18 para que la gente no se dé cuenta de que están ayunando. Sólo Dios, su Padre, quien conoce todos los secretos, sabrá que están ayunando y les dará su premio.
Tu condición y la de los tuyos.
“Me buscarán y me hallarán, porque me buscarán con todo su corazón”. Jeremías 29:13
Hoy es el primer día de una gran aventura–la aventura de apagar el ruido del mundo para poder escuchar más claramente la voz de Dios. Los próximos 21 días de Oración y Ayuno tienen como propósito buscar al Señor de todo corazón. ¡Y le hallarás!
Comenzamos este tiempo con el libro de Nehemías.
En el versículo 1, capítulos 1 al 4 vemos como Nehemías recibe malas noticias acerca de la condición de Jerusalén y el pueblo judío que había regresado allí. Las murallas de la ciudad habían sido destruidas y sus puertas quemadas.
Dice Nehemías: “Cuando escuché estas palabras, me senté, lloré e hice duelo por algunos días. Ayuné y oré delante del Dios de los cielos” (Nehemías 1:4).
Antes de que Nehemías analizara el problema, antes de que tratara de solucionar el problema, antes de que hablara con alguien más acerca del problema–habló con Dios. Dice la Palabra que “ayunó y oró”.
Su primera respuesta fue mirar hacia arriba y buscar a Dios. “Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene del Señor, que hizo los cielos y la tierra” (Salmo 121:1-2).
Nehemías sabía que Dios era el único que podía solucionar este problema. Permítenos animarte durante los próximos 21 días a enfocarte en Dios y Su poder y fortaleza. Dios puede hacer más en segundos de lo que puede hacer el hombre en siglos.
El propósito de combinar el ayuno con la oración es permitir que tu hambre física desencadene una respuesta espiritual. Si siento hambre, es un recordatorio de que debo mirar hacia arriba y buscar del Señor.
En segundo lugar, Nehemías mira hacia adentro. Durante su oración registrada en el capítulo 1 del libro de Nehemías, éste reconoce honestamente su pecado y el pecado de su pueblo contra Dios.
Antes de orar por el problema de Jerusalén, Nehemías da prioridad a asegurarse de que su propio corazón esté bien ante Dios. Es importante que, al dedicar tiempo a la oración y al ayuno, pidamos al Espíritu Santo que escudriñe nuestros corazones. Él es el revelador de toda verdad. Él nos conoce mejor que nosotros mismos. Al dedicar este tiempo a orar y ayunar, el Espíritu Santo te revelará cosas. Durante los próximos 21 días, el Espíritu Santo probablemente te mostrará cosas de tu propia vida que ni sabías que estaban allí: pecado, heridas, actitudes equivocadas. Cuando Él lo hace, no es para condenarte, es para hacerte libre en esa área.
Por último, Nehemías mira hacia afuera. Su principal preocupación no es él mismo, sino sus compatriotas de Israel, el pueblo elegido por Dios.
Volviendo al versículo 4, leemos que Nehemías pasó días orando y ayunando ante Dios. No se trataba de una simple oración de una sola vez, después de la cual Nehemías seguía con su vida. No, Nehemías llevó una carga por su pueblo, orando por ellos continuamente durante muchos días. Yo creo que Dios te va a dar una carga espiritual por la gente durante estos 21 días–una carga espiritual por sus vidas. Llévela bien. Cúbrelos en oración. Puede ser por un familiar perdido al que Dios quiere hablarle. Puede ser por una relación rota que Dios quiere sanar. Puede ser por la pérdida espiritual de nuestro mundo. Cualquiera que sea la carga-– llévala en oración.
Durante las próximas tres semanas, mira hacia arriba, mira hacia adentro y mira hacia afuera .... y observa cómo Dios hace cosas increíbles en tu vida y en la de las personas que te rodean.
Para pensar:
¿En qué vas a creerle a Dios en los próximos 21 días?
Oración:
Dios, te doy gracias por este tiempo reservado para conocerte más. Te doy gracias por tu poder, provisión y presencia en mi vida. Fijo mi mirada sólo en ti para todas mis necesidades y deseos. Acércate a mí mientras yo me acerco a tí durante las próximas tres semanas. Amén.
Leer:
Mateo 6:16-18 TLA
El ayuno
16 »Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas. A ellos les gusta que la gente sepa que están ayunando. Les aseguro que ése será el único premio que ellos recibirán. 17 Cuando ustedes ayunen, péinense bien y lávense la cara, 18 para que la gente no se dé cuenta de que están ayunando. Sólo Dios, su Padre, quien conoce todos los secretos, sabrá que están ayunando y les dará su premio.
No Comments