Ayuno Dia 7
Dia 7
Yo soy la vid verdadera
Ahora, más que nunca, vivimos en un estado constante de búsqueda de conexión. ¿Hay Wi-Fi? ¿Hay un enchufe cerca para mi laptop? ¿Tiene alguien un cargador? Y los que han pasado de los carros convencionales a vehículos eléctricos saben de la importancia de las estaciones de carga y del tiempo que se tarda en recargar. Nuestros teléfonos no funcionan sin señal o sin batería. Nuestros vehículos de gasolina o eléctricos no pueden funcionar eternamente sin ser recargados.
¿Qué nos hace pensar que podemos correr apresuradamente de una cosa a otra, de un lugar a otro y de una persona a otra sin detenernos para establecer una conexión genuina?
El ayuno es un excelente recordatorio en nuestras vidas espirituales de que debemos parar para conectar con la fuente de toda vida. Jesús comprendió el poder y la necesidad de la conexión.
En Juan 15, Jesús utilizó una imagen familiar de conexión en su época para comunicar la verdad sobre Dios.
La vid era una imagen importante en el siglo I. Representaba una conexión con la nación de Israel y la provisión de Dios para el pueblo. Jesús tomó esa imagen y les dijo a sus oyentes que Él era la "vid verdadera". Él era su fuente de protección, provisión y promesa. Jesús llevó esta ilustración más allá, diciéndoles que su Padre era el jardinero y que, separados de la vid, no podemos hacer nada.
El agricultor o viñador tenía tres tareas principales en el cuidado de la vid.
En primer lugar.
El viñador levantaba la vid del suelo para evitar daños a la planta. Dios quiere levantarnos, protegiéndonos de posibles daños.
En segundo lugar.
El viñador cortaba de la vid cualquier rama que estuviera muriendo o enferma. Dios desea cortar cualquier distracción que pueda cegarnos de Su provisión en nuestras vidas.
En tercer lugar.
El viñador limpiaba la vid. Estas viñas crecían en lugares áridos, polvorientos y sucios, y un viñador cuidadoso lavaba y quitaba suavemente cualquier polvo o suciedad de la viña. Dios ha prometido lavarnos y limpiarnos a través de la obra de Jesús en la cruz. Permanezcamos conectados a la vid y miremos a nuestro jardinero fiel que nos cuida amorosamente.
Para pensar:
¿Qué área de tu vida está Dios ofreciendo levantar, cortar o limpiar?
¿Por qué crees que se ofrece a cuidarte de esta manera?
Oración.
Querido Dios, miro hacia ti como el jardinero de mi vida. Por favor, permite que esta temporada de oración y ayuno pode mi vida de cosas, personas y lugares perjudiciales para mi salud espiritual. Sólo Tú eres la fuente de mi protección, provisión y promesa.
La palabra de hoy nos dice: Juan 10:10 RVR60 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Yo soy la vid verdadera
Ahora, más que nunca, vivimos en un estado constante de búsqueda de conexión. ¿Hay Wi-Fi? ¿Hay un enchufe cerca para mi laptop? ¿Tiene alguien un cargador? Y los que han pasado de los carros convencionales a vehículos eléctricos saben de la importancia de las estaciones de carga y del tiempo que se tarda en recargar. Nuestros teléfonos no funcionan sin señal o sin batería. Nuestros vehículos de gasolina o eléctricos no pueden funcionar eternamente sin ser recargados.
¿Qué nos hace pensar que podemos correr apresuradamente de una cosa a otra, de un lugar a otro y de una persona a otra sin detenernos para establecer una conexión genuina?
El ayuno es un excelente recordatorio en nuestras vidas espirituales de que debemos parar para conectar con la fuente de toda vida. Jesús comprendió el poder y la necesidad de la conexión.
En Juan 15, Jesús utilizó una imagen familiar de conexión en su época para comunicar la verdad sobre Dios.
La vid era una imagen importante en el siglo I. Representaba una conexión con la nación de Israel y la provisión de Dios para el pueblo. Jesús tomó esa imagen y les dijo a sus oyentes que Él era la "vid verdadera". Él era su fuente de protección, provisión y promesa. Jesús llevó esta ilustración más allá, diciéndoles que su Padre era el jardinero y que, separados de la vid, no podemos hacer nada.
El agricultor o viñador tenía tres tareas principales en el cuidado de la vid.
En primer lugar.
El viñador levantaba la vid del suelo para evitar daños a la planta. Dios quiere levantarnos, protegiéndonos de posibles daños.
En segundo lugar.
El viñador cortaba de la vid cualquier rama que estuviera muriendo o enferma. Dios desea cortar cualquier distracción que pueda cegarnos de Su provisión en nuestras vidas.
En tercer lugar.
El viñador limpiaba la vid. Estas viñas crecían en lugares áridos, polvorientos y sucios, y un viñador cuidadoso lavaba y quitaba suavemente cualquier polvo o suciedad de la viña. Dios ha prometido lavarnos y limpiarnos a través de la obra de Jesús en la cruz. Permanezcamos conectados a la vid y miremos a nuestro jardinero fiel que nos cuida amorosamente.
Para pensar:
¿Qué área de tu vida está Dios ofreciendo levantar, cortar o limpiar?
¿Por qué crees que se ofrece a cuidarte de esta manera?
Oración.
Querido Dios, miro hacia ti como el jardinero de mi vida. Por favor, permite que esta temporada de oración y ayuno pode mi vida de cosas, personas y lugares perjudiciales para mi salud espiritual. Sólo Tú eres la fuente de mi protección, provisión y promesa.
La palabra de hoy nos dice: Juan 10:10 RVR60 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
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