siempre contento
Siempre contento
“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.” Filipenses 4:11
Que declaración tan impresionante, “He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.”. El apóstol Pablo aprendió a estar contento con todo tipo de situación.
De hecho la palabra contento significa estar satisfecho con la situación sin desear cambio o mejora. A ese nivel llegó Pablo en su crecimiento espiritual, sabiendo de sus grandes padecimientos, narrados en:
Corintios 11:23-27 NTV
23 ¿Son siervos de Cristo? Sé que sueno como un loco, ¡pero yo lo he servido mucho más! He trabajado con más esfuerzo, me han encarcelado más seguido, fui azotado innumerables veces y enfrenté la muerte en repetidas ocasiones. 24 En cinco ocasiones distintas, los líderes judíos me dieron treinta y nueve latigazos. 25 Tres veces me azotaron con varas. Una vez fui apedreado. Tres veces sufrí naufragios. Una vez pasé toda una noche y el día siguiente a la deriva en el mar. 26 He estado en muchos viajes muy largos. Enfrenté peligros de ríos y de ladrones. Enfrenté peligros de parte de mi propio pueblo, los judíos, y también de los gentiles.[a] Enfrenté peligros en ciudades, en desiertos y en mares. Y enfrenté peligros de hombres que afirman ser creyentes, pero no lo son.[b] 27 He trabajado con esfuerzo y por largas horas y soporté muchas noches sin dormir. He tenido hambre y sed, y a menudo me he quedado sin nada que comer. He temblado de frío, sin tener ropa suficiente para mantenerme abrigado.
Tenía contentamiento en medio de estas circunstancias trágicas, lo cual provenía de una dependencia absoluta de Cristo, pues solo hay gozo y satisfacción el vivir actuando bajo la voluntad de Dios. Es una actitud de aceptar las situaciones de la vida como parte del plan y los designios de Dios.
Nos preguntaríamos:
¿ estamos contentos?
¿Hay en nuestra vida una sensación de paz y realización que nada puede alterar?
La realidad es que la mayor parte de la gente no está contenta (incluyendo muchos cristianos). No solo eso, sino que pasan la mayor parte del tiempo lejos de este estado (alegre, satisfecho y confiado).
¿Cómo sabemos que una persona no está contenta?
Como dice la Biblia, en Mateo 12:24, “De la abundancia del corazón habla la boca”.
•La persona que no está contenta siembre o casi siempre se está quejando. Todo lo critica y la crítica es negativa.
•Nunca o casi nunca está satisfecha con lo que tiene, lo que ve y lo que otras personas hacen.
•Así como las palabras muestran lo que hay en el interior de la persona, el rostro es como un espejo que refleja su estado de ánimo. Como dice el libro de Proverbios, 15:13, “El corazón alegre hermosea el rostro; Mas por el dolor del corazón el espíritu se abate”. Cuando una persona no está contenta su rostro lo muestra.
Para pensar.
Nuestro verdadero contentamiento no reposa en tener fuentes terrenales de valor y seguridad, sino en saber que somos aceptado, amado y valorado, a pesar de nuestra condición, por Dios.
Por tanto, el contentamiento máximo está arraigado en la relación con Jesucristo y solo en El. Jesús es nuestro Salvador, Protector, Proveedor y Señor. Y debido a que Él nunca falla, podemos tener siempre paz.
Cada anhelo insatisfecho es parte del plan perfecto de Jesús para darnos más de Sí, pero Él no minimiza nuestro dolor, sino que nos muestra su compasión.
¡Mira a Jesús y encuentra el gozo fuerte que puede cambiar tu mundo!
“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.” Filipenses 4:11
Que declaración tan impresionante, “He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.”. El apóstol Pablo aprendió a estar contento con todo tipo de situación.
De hecho la palabra contento significa estar satisfecho con la situación sin desear cambio o mejora. A ese nivel llegó Pablo en su crecimiento espiritual, sabiendo de sus grandes padecimientos, narrados en:
Corintios 11:23-27 NTV
23 ¿Son siervos de Cristo? Sé que sueno como un loco, ¡pero yo lo he servido mucho más! He trabajado con más esfuerzo, me han encarcelado más seguido, fui azotado innumerables veces y enfrenté la muerte en repetidas ocasiones. 24 En cinco ocasiones distintas, los líderes judíos me dieron treinta y nueve latigazos. 25 Tres veces me azotaron con varas. Una vez fui apedreado. Tres veces sufrí naufragios. Una vez pasé toda una noche y el día siguiente a la deriva en el mar. 26 He estado en muchos viajes muy largos. Enfrenté peligros de ríos y de ladrones. Enfrenté peligros de parte de mi propio pueblo, los judíos, y también de los gentiles.[a] Enfrenté peligros en ciudades, en desiertos y en mares. Y enfrenté peligros de hombres que afirman ser creyentes, pero no lo son.[b] 27 He trabajado con esfuerzo y por largas horas y soporté muchas noches sin dormir. He tenido hambre y sed, y a menudo me he quedado sin nada que comer. He temblado de frío, sin tener ropa suficiente para mantenerme abrigado.
Tenía contentamiento en medio de estas circunstancias trágicas, lo cual provenía de una dependencia absoluta de Cristo, pues solo hay gozo y satisfacción el vivir actuando bajo la voluntad de Dios. Es una actitud de aceptar las situaciones de la vida como parte del plan y los designios de Dios.
Nos preguntaríamos:
¿ estamos contentos?
¿Hay en nuestra vida una sensación de paz y realización que nada puede alterar?
La realidad es que la mayor parte de la gente no está contenta (incluyendo muchos cristianos). No solo eso, sino que pasan la mayor parte del tiempo lejos de este estado (alegre, satisfecho y confiado).
¿Cómo sabemos que una persona no está contenta?
Como dice la Biblia, en Mateo 12:24, “De la abundancia del corazón habla la boca”.
•La persona que no está contenta siembre o casi siempre se está quejando. Todo lo critica y la crítica es negativa.
•Nunca o casi nunca está satisfecha con lo que tiene, lo que ve y lo que otras personas hacen.
•Así como las palabras muestran lo que hay en el interior de la persona, el rostro es como un espejo que refleja su estado de ánimo. Como dice el libro de Proverbios, 15:13, “El corazón alegre hermosea el rostro; Mas por el dolor del corazón el espíritu se abate”. Cuando una persona no está contenta su rostro lo muestra.
Para pensar.
Nuestro verdadero contentamiento no reposa en tener fuentes terrenales de valor y seguridad, sino en saber que somos aceptado, amado y valorado, a pesar de nuestra condición, por Dios.
Por tanto, el contentamiento máximo está arraigado en la relación con Jesucristo y solo en El. Jesús es nuestro Salvador, Protector, Proveedor y Señor. Y debido a que Él nunca falla, podemos tener siempre paz.
Cada anhelo insatisfecho es parte del plan perfecto de Jesús para darnos más de Sí, pero Él no minimiza nuestro dolor, sino que nos muestra su compasión.
¡Mira a Jesús y encuentra el gozo fuerte que puede cambiar tu mundo!
No Comments