A qué club perteneces

A qué club perteneces
“Jehová dará poder a su pueblo; Jehová bendecirá a su pueblo con paz.”
‭‭Salmos‬ ‭29‬:‭11‬ ‭‬‬‬‬‬

Por miles de años, ha existido un club que ofrece membresías en todo el mundo. Es un club popular y aparentemente productivo. Es el “Club de No Puedo”. Su reglamento requiere que sus miembros declaren con convicción lo siguiente:
•“No puedo evitar odiarlo después de lo que me hizo”.
•“No puedo dejar este pecado”.
•“No puedo volver a perdonar”.
El fervor de la afirmación hace que la frase suene como una ley inalterable y universal. Si perteneces a ese club, su juramento de lealtad debe hacer eco de su lema: “No se puede vencer al pecado”. También debes creer en su fundamento: “La derrota es normal”.
Todos estamos sujetos a la ley de la gravedad, que es la fuerza que atrae todos los cuerpos hacia el centro de la tierra. De la misma manera, los miembros del “Club de No Puedo” son atraídos hacia la derrota y no sólo al piso, sino al pecado. ¿Te sientes ligado a un pecado específico? ¿Te parece imposible salirte del “Club de No Puedo”?
Dios no quiere que sus hijos tengan el “no puedo” como lema de su vida. Cuando eres salvo, él  te da su Espíritu Santo para que tenga el poder de Dios. Él ha propinado un fuerte golpe al “Club de No Puedo”. Él hace posible que domines cualquier pecado. ¿Cómo? Sustituyendo una ley con otra: “Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte” (Romanos 8:2).

 ¿Cómo puede una masa de metal de 190 toneladas de peso desafiar a la ley de la gravedad? ¡Imposible! “No puede hacerse”. Pero sí es posible … porque utiliza una ley superior. Cuando por fe se entrega a la ley de la aerodinámica, puedes subirte  a un avión con plena confianza de que te transportará de una ciudad a otra. La gravedad no lo mantiene pegado al suelo. En forma similar, cuando por fe entregas tu  vida al control del Espíritu, las declaraciones de “no puedo” dejan de tener efecto en tu vida. Cuando Dios envía su Espíritu, te proporciona su poder, ya no estás esclavizado por la ley del pecado. El “no puedo” se convierte en “sí puedo”.

Para pensar.
Reflexiona en estos versos
“Él da fuerza al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ninguna … los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas”. (Isaías 40:29, 31)
¿Ah, Señor DIOS! He aquí, tú hiciste los cielos y la tierra con tu gran poder y con tu brazo extendido; nada es imposible para ti,Jeremías 32:17
Yo sé que tú puedes hacer todas las cosas, y que ningún propósito tuyo puede ser estorbado. Job 42:2



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