Su amor nunca falla
Su amor nunca falla
Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia. (JER. 31:3)
La otra forma en que el amor nunca falla es que el amor es eterno.
El amor desinteresado continuará en el Señor y en Su pueblo por siempre. Es absolutamente la forma en que viviremos en relación con los demás en la eternidad.
Los ejemplos de amor desinteresado en el presente son vislumbres del estado normal de las cosas en la eternidad.
El conocido predicador Spurgeon estuvo en cierta ocasión visitando a un amigo que vivía en el campo. Vio que sobre uno de los graneros había colocado una veleta con la inscripción «Dios es amor». Esto le llamó la atención y entonces le preguntó si con ese texto quería decir que el amor de Dios era tan cambiante como el viento. El hombre le respondió que no, que lo que quería decir era que el amor de Dios es constante y firme, sin importar de dónde soplen los vientos.
Como seres humanos, hemos sido creados para amar y para sentirnos amados .
A través de nuestra vida experimentamos el amor en sus múltiples expresiones, y amamos de muchas maneras y en diferentes grados, pero en el fondo de nuestro corazón algo nos dice que ansiamos algo más, algo diferente; un amor diferente, y ese es el amor de Dios, que en el versículo citado el mismo Dios lo describe como «amor eterno».
¿Qué hace que el amor de Dios sea un amor diferente?
Nunca terminaríamos de mencionar todos sus hermosos atributos, pero podríamos mencionar dos cosas que son una gran muestra de Su grandeza.
Un amor así es lo que nos ofrece Dios, pidiendo solamente que abramos nuestro corazón hacia Él. Sentirnos amados con tal magnitud debería transformar y llenar nuestra vida cada día y motivarnos a compartir este amor diferente con todo aquel que no lo haya experimentado.
Oramos.
Señor, gracias por tu amor eterno. Ayúdame a recordar que no estoy solo, que en cada paso de mi vida, Tú me sostienes con tu misericordia. Enséñame a vivir en la seguridad de tu amor y a reflejarlo a los demás.
Para pensar.
Recuerdes que eres amado con un amor que nunca termina. Su amor nunca te falla.
Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia. (JER. 31:3)
La otra forma en que el amor nunca falla es que el amor es eterno.
El amor desinteresado continuará en el Señor y en Su pueblo por siempre. Es absolutamente la forma en que viviremos en relación con los demás en la eternidad.
Los ejemplos de amor desinteresado en el presente son vislumbres del estado normal de las cosas en la eternidad.
El conocido predicador Spurgeon estuvo en cierta ocasión visitando a un amigo que vivía en el campo. Vio que sobre uno de los graneros había colocado una veleta con la inscripción «Dios es amor». Esto le llamó la atención y entonces le preguntó si con ese texto quería decir que el amor de Dios era tan cambiante como el viento. El hombre le respondió que no, que lo que quería decir era que el amor de Dios es constante y firme, sin importar de dónde soplen los vientos.
Como seres humanos, hemos sido creados para amar y para sentirnos amados .
A través de nuestra vida experimentamos el amor en sus múltiples expresiones, y amamos de muchas maneras y en diferentes grados, pero en el fondo de nuestro corazón algo nos dice que ansiamos algo más, algo diferente; un amor diferente, y ese es el amor de Dios, que en el versículo citado el mismo Dios lo describe como «amor eterno».
¿Qué hace que el amor de Dios sea un amor diferente?
Nunca terminaríamos de mencionar todos sus hermosos atributos, pero podríamos mencionar dos cosas que son una gran muestra de Su grandeza.
- Una es la fidelidad, esa capacidad de nuestro Padre de permanecer fiel aun cuando nosotros le fallamos, de ser siempre el mismo a pesar de todo.
- La otra es la misericordia, la cual nos es dada y prolongada solamente por Su gracia.
Un amor así es lo que nos ofrece Dios, pidiendo solamente que abramos nuestro corazón hacia Él. Sentirnos amados con tal magnitud debería transformar y llenar nuestra vida cada día y motivarnos a compartir este amor diferente con todo aquel que no lo haya experimentado.
Oramos.
Señor, gracias por tu amor eterno. Ayúdame a recordar que no estoy solo, que en cada paso de mi vida, Tú me sostienes con tu misericordia. Enséñame a vivir en la seguridad de tu amor y a reflejarlo a los demás.
Para pensar.
Recuerdes que eres amado con un amor que nunca termina. Su amor nunca te falla.
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