Un amor verdadero
Un amor verdadero
“El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor.” 1 Corintios 13:4-5
Había un anciano que visitaba a su esposa todos los días en un hogar de cuidado. Ella sufría de Alzheimer y ya no lo reconocía. Un día, alguien le preguntó:
— Señor, ¿por qué viene todos los días si ella ni siquiera sabe quién es usted?
El anciano sonrió y respondió:
— Porque yo sí sé quién es ella.
El amor verdadero no se basa en lo que recibimos a cambio, sino en la decisión de amar sin condiciones. Así es el amor de Dios por nosotros. Aunque muchas veces nos alejamos o lo olvidamos, Él sigue fiel, amándonos con paciencia y misericordia.
Dar Amor y Amistad es una hermosa oportunidad para reflexionar sobre el verdadero significado del amor. En un mundo donde el amor a menudo se mide por regalos y gestos temporales, la Palabra de Dios nos muestra que el amor es mucho más profundo.
El amor de Dios es incondicional, sacrificial y eterno. Nos amó tanto que dio a su Hijo Jesucristo para nuestra salvación (Juan 3:16). Este es el estándar más alto de amor: dar sin esperar recibir, perdonar aun cuando nos han fallado y servir sin buscar reconocimiento.
Asimismo, la amistad genuina también es un reflejo del amor de Dios. dice: “Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.” — Romanos 5:8 . Una amistad verdadera no depende de circunstancias ni beneficios, sino de un amor leal y sincero.
Hoy, más allá de los regalos y las celebraciones, hagamos algo diferente:
• Expresémosle nuestro amor a Dios en oración.
• Mostremos gratitud a las personas que nos rodean.
• Amemos con acciones, no solo con palabras.
• Seamos luz en la vida de alguien que necesite amor y amistad.
El amor verdadero es constante, fiel y sacrificial. No depende de sentimientos, sino de una entrega genuina, como la de Cristo en la cruz por nosotros.
Para pensar.
Hoy, el reto es amar con ese mismo compromiso: en la familia, en la amistad y con quienes Dios pone en nuestro camino.
Que el amor de Dios nos inspire a amar con paciencia, bondad y sinceridad, reflejando a Cristo en todo lo que hacemos. Amén
“El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor.” 1 Corintios 13:4-5
Había un anciano que visitaba a su esposa todos los días en un hogar de cuidado. Ella sufría de Alzheimer y ya no lo reconocía. Un día, alguien le preguntó:
— Señor, ¿por qué viene todos los días si ella ni siquiera sabe quién es usted?
El anciano sonrió y respondió:
— Porque yo sí sé quién es ella.
El amor verdadero no se basa en lo que recibimos a cambio, sino en la decisión de amar sin condiciones. Así es el amor de Dios por nosotros. Aunque muchas veces nos alejamos o lo olvidamos, Él sigue fiel, amándonos con paciencia y misericordia.
Dar Amor y Amistad es una hermosa oportunidad para reflexionar sobre el verdadero significado del amor. En un mundo donde el amor a menudo se mide por regalos y gestos temporales, la Palabra de Dios nos muestra que el amor es mucho más profundo.
El amor de Dios es incondicional, sacrificial y eterno. Nos amó tanto que dio a su Hijo Jesucristo para nuestra salvación (Juan 3:16). Este es el estándar más alto de amor: dar sin esperar recibir, perdonar aun cuando nos han fallado y servir sin buscar reconocimiento.
Asimismo, la amistad genuina también es un reflejo del amor de Dios. dice: “Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.” — Romanos 5:8 . Una amistad verdadera no depende de circunstancias ni beneficios, sino de un amor leal y sincero.
Hoy, más allá de los regalos y las celebraciones, hagamos algo diferente:
• Expresémosle nuestro amor a Dios en oración.
• Mostremos gratitud a las personas que nos rodean.
• Amemos con acciones, no solo con palabras.
• Seamos luz en la vida de alguien que necesite amor y amistad.
El amor verdadero es constante, fiel y sacrificial. No depende de sentimientos, sino de una entrega genuina, como la de Cristo en la cruz por nosotros.
Para pensar.
Hoy, el reto es amar con ese mismo compromiso: en la familia, en la amistad y con quienes Dios pone en nuestro camino.
Que el amor de Dios nos inspire a amar con paciencia, bondad y sinceridad, reflejando a Cristo en todo lo que hacemos. Amén
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